11 noviembre, 2011

Crisis Galopante

                                                                
   CRISIS GALOPANTE

A este mundo globalizado
llegó una crisis galopante,
                      y a España con su peor hado                      
vino con el mejor talante”;
como dijo un gobernante.

Habiendo tanto parado
a los Bancos dieron fiado;
mas mostraron su cortante
crédito en forma tajante
y, al personal tiene atado
  el mundo globalizado.
                                      
¿Quién paga la hipoteca
con esta recesión?,
me sacarán la manteca
con algún que otro riñón.

Se cuentan por millares los morosos,
buena gente… y  nunca fueron tramposos.

Han sucedido  señoras, señores,
una cadena de grandes errores;
la burbuja inmobiliaria estalló
y al más débil de pleno asestó
en el costado y en espaldar
                      moraditos verdugones;                    
acusado al no poder pagar
sintió azotes sin religiones;
le llovieron citas sin parar,
se le fueron risas y  colores,
y  bebió el vaso hasta agotar:
penas, llantos y dolores.

Mas no entendiendo las razones
de los embargos y mamones,
enajenándole el gozo
 le hablaba al fondo del pozo:
 “Antes a fin de mes llegaba
con dos casas y un volante";
hoy aquéllas están en venta,
la televisión, la amante,
yo el marido, y la parienta”.

Todo se lo llevaron los Bancos y acreedores,
aún debo; dicen muy claro sus anotaciones.
El matrimonio se fue al traste sin evasiones,
la querida alzó el vuelo al ver a los compradores;
con  amaneceres y  regalados joyones
y la entrega ardiente de mis años mejores.

Crisis del desasosiego,
dónde en la cola del paro
son mis lágrimas el riego
del tedio y el desamparo;
perdí el orgullo, dignidad, ego,
y todo ahora me resulta caro.

Yo me siento pequeño gatillo
y en los cubos de basura pillo
restos  caducos o trasnochados
y duermo en cartones remojados
en estos mundos globalizados.
                                                                                                                 
                                                         
                                                           Letra y voz: Luciano Torres