23 noviembre, 2011

Fandangos del olvido

 De izquierda a derecha: Presentador: Miguel Barranco Gil; Al cante y toque: (Los Núñez); Manuel (El Canario), Simón, Manuel (Manolete) y Luis.


Algún día estos fandangos que hoy publico y que llevan ya varios años escritos, quizá se canten o vuelen o se pierdan; deberá sin duda pasar un tiempo, cuando mi persona ya no esté por lo menos a la vista; a lo mejor como el vino necesitan de un período para madurar. Sí, debe ser eso.
Son pequeñas estrofas, sin más función que recoger mi interior y a la vez exteriorizar esos sentimientos de forma flamenca, sin que exista el rencor y muchísimo menos el odio, así que no se los tomen muy en serio. Hay también alguna que otra serrana, sevillana o soleá. Eso ya lo dictaminarán los expertos.
Solo algún que otro verso pertenece en realidad, a la realidad de hoy, el resto fueron fruto de mi existencia, pero ya caducó su carne y no queda más que un hueso que no obstante se mantiene en conserva, de simiente, como para preservar la especie.
 Quiero decir que esto es lo que a mí me pasó o me pasa. Son muy pocos los de mala sombra: “Si en la tierra peregrino…”; “Soy un hombre atormentado por la justicia…” etc., los demás recogen experiencias, más o menos vulgares -comunes a la mayoría de los mortales- simples o ya repetidas.
He dejado errores de vocalización, porque hoy no me apetece corregir”.
 Me gusta esta frase como epitafio. Es broma, que mi cuerpo ya tiene quien le corrija y allí cuánto menos se hable mejor; además tiene muchos adeptos principiantes que no se paran en meras exquisiteces.
Bueno, mañana será otro día y la 2ª parte se hará mejor, o no.
                                                                 
                                                                        1ª parte
                                          Manuel (Manolete) y Luis Núñez Romero
                                                                         
                                                                             2ª parte
                                                                      

FANDANGOS Y OTROS CANTES KABILEÑOS
(Selección)
Me gusta el flamenco, porque…
escribe la copla el pueblo
y lleva en su boca el cante,
con las manos le da el toque
y con los pies pone el baile.
. . .
En el trigal la amapola,
en la sierra aires sanos,
en el mar nace la ola;
a todo cantan gitanos
con luna en bata de cola.
. . .
Ay, si yo supiera cantar
sobre todo cante jondo,
a todo el mundo cantara
hasta estar mudo de ronco
o hasta volverme majara.
. . .
Nada ni nadie es igual,
tontería el comparar,
nada ni nadie es igual;
ni piedras en un pedregal
ni hombre en la humanidad.
. . .
La opinión de los demás
es una falsa medida,
el frasco de pura esencia
guarda la justa cabida
solo en tu propia conciencia.
. . .
Para dialogar, primero
debes sutil preguntar;
y luego buena disposición
para poder respetar
lo contrario a tu opinión:
y eso es saber escuchar.
. . .
Yo nunca seré perfecto
ni lo ansío ni pretendo,
y menos aún lo merezco;
más por vanidad tiendo
a veces a parecerlo,
¡ay!, que desgracia tengo.
. . .
 Todo tiene su contrario
que le atosiga y afana,
todo tiene su contrario;
pero solo el hombre gana
con la muerte el adversario.
. . .
Si se acabó lo nuestro
por qué buscar un culpable,
cuando el amor se termina
echar la culpa no vale.
. . .
Cuando se acabó el amor
se acabó la mar rizada,
y al levantarme con sol
no verán en las mañanas
mis ojos tu resplandor.
. . .
Un vaso de dolor lleno
de un trago por ti bebí;
cómo si fuera veneno.
. . .
Yo nunca podré olvidarte,
aunque de veras lo intento;
la vía que me queda es ser
carne de un triste convento.
. . .
Al mar su bravura canto
y a la sierra sus verdiales,
yo canto siempre por alto;
mas canto en silencio amores
que los digo con mi llanto.
. . .
El interés que tú tienes
lo vas a pagar muy caro,
que sin amor se padecen
desamores con agravios.
. . .
Aquí al amor le maldigo
por habernos presentado
y ser de tu amor mendigo.
. . .
Ese despecho conmigo
no sé a cuento qué viene
sin tener nada contigo.
. . .
Quizá te sientes herida
y muestras ese despecho
al no ser correspondida.
. . .
Cuando tú más me provocas
más lejos de mi osadía
está acercarme a tu boca.
. . .
. . Es mi última voluntad
y te pongo por testigo;
si no logro tu querer
en este mundo no vivo.
. . .
Ante un espejo el amor,
se reía del mundo, ufano,
mas supo de dolor…
y al acercarse por vano,
rompió espejo y mirador:
hoy se lo come el gusano.
. . .
Encima de corta vida
vienes el tiempo a robarme;
anda deprisa y desfila
y deja mi mundo a su aire.
. . .
Al buscar la libertad
debemos tener en cuenta,
al buscar la libertad;
que es esclavo quien entra
 en la vida los demás.
. . .
Yo dije a las penas mías,
que te sirvan de provecho;
hoy las facturo en la vía
de tantos errores hechos;
hasta la próxima caída.
. . .
Y a mí no me cuentes penas,
 cuéntaselas al vecino
 que las vende por docenas.
. . .
No se debe confundir
nunca al autor con la obra:
aquél pudo ser un vil
y mientras la obra genial
o al revés pudo ocurrir.
. . .
A la vera de un candil
una anciana recosía,
pero como apenas veía,
¡ay!, se cosió a su mandil
hasta las cejas un día.
. . .
El humor y la ilusión
son claves tan importantes
que sin ellas la razón
pierde sus interrogantes.
. . .
Al compás de mi guitarra
empezaré un primer cante,
y tiene tan “buen talante
que parece por entero
lo hiciese Zapatero
como el mejor feriante.
. . .
Voy a echarme unos bailecitos
con mi prima, caballero,
tan tiesos y calentitos
como palos de un churrero.
Que por allá en mi pueblecito
el flamenco es pinturero.
Voy a echarme unos bailecitos
con mi prima, caballero.
Los alternamos con finitos
y nos ponemos bailando
como palos de un churrero.
. . .
Con un pie en la otra vida
llora y pena el usurero,
no por faltarle comida;
sino por no ser rey Midas
para fabricar dinero.
. . .
Y de piedra me quedé
cuando un burro acudía
a la voz del amo con fe;
dócil, porque así decía
que a cubrir bien podía ser;
cuánto este burro sabía.
. . .
Mas que decir del amor
si casi nadie lo sabe…
Pregúntale al corazón
que perdió la dulce llave
y también busca razón.
. . .
El rumbo de mi destino
es una pequeña barca,
que por amores navega
con un remo de compaña
hacia los fondos del alma.
. . .
Cuando paso por tu puerta
se me ponen los sentidos
como molinos de huerta.
. . .
Las rejas de tu ventana
las tengo un día que serrar,
para que salgas “mi vida”
y respires libertad.
. . .
Al pasar por tu ventana
vi los labios de tu boca
como mis rosales; grana.
. . .
Cómo si nunca te viera,
no hago más que mirar
tus ojitos compañera
para después recordar.
. . .
Sabio, tengo mal de amores,
qué me aconsejaría usted.
Si yo supiera mis males
nunca me volvías tú a ver.
. . .
Si la distancia es olvido,
de aquí no me mueve nadie,
por mucho que sea marino;
y no me harán embarcarme
si tú no vienes conmigo.
. . .
Te pienso querer yo tanto
que  te podría decir
que hasta yo mismo me espanto.
. . .
Tengo palabras de amor
en mi loco pensamiento,
pero cuando tú apareces
se borran por encantamiento.
. . .
Por pobre no puedo ver
a la mujer que yo más quiero;
si ya afortunado es mí ser
“pa” que quiero su dinero.
. . .
Se odia sin fundamento,
y se ama sin saber por qué;
así la persona ciégase
cuando el sentimiento aflora
y aunque llegue la aurora
el corazón nada ve.
. . .
Alzando en lo alto este vaso
aquél fracaso hoy me bebo,
y lo brindo al mundo entero
porque mañana me caso
con un apuesto torero,
¡apúntate esa, mancebo!
. . .
El amor abre cancelas
por muy cerradas que estén;
abre prisiones del alma
con las llaves del querer.
. . .
En esta bailable vida
no hace falta “pa” vivir,
más que un techo, una sonrisa,
decente y segura paga
y una cama “pa” dormir.
. . .
Las sonrisas yo las vivo
con libros como El Quijote
y cuando trabajo o escribo
sonríe también mi bigote
. . .
De ayer a hoy en esta vida
para mal sobrevivir
 falta: un techo por cornisa,
mísera e inestable ayuda
y cartones “pa” dormir.
. . .
Perdono pero no olvido.
Al necio no se le cuenta
por ser mazo y machota;
le ha de causar más herida
el notar que no se nota.
. . .
Persiguen mi libertad
con tanta diligencia,
que acabarán en penal
reclusos por su querencia.
. . .
El que se cree importante
no tiene la menor idea
que en esta vida la arrogancia
es cosa tan personal
que vive por su ignorancia.
. . .
Con los años los achaques,
algún vicio que aparece,
todo se arruga y se cae
y hasta la talla decrece.
. . .
Presumes de la verdad…
y eso es ya una mentira;
presumes de la verdad
que retiras al que opina
usando la brusquedad
por ignorancia supina.
. . .
Al hambre como al viento
no hay frontera que le pare,
penetra audaz y cala,
desde tierras hasta mares.
. . .
Están los montes heridos
entre las sombras y soles,
cuando los amores míos
dejaron sus peñas y flores.
. . .
Cada cual lleva su cruz,
lo contrario es un engaño
por tratar de aparentar,
pues ya se encargará el diablo
de hacernos la vida mal.
. . .
Es la apariencia fachada
que delata al aparente;
y al hablarnos solo enseña
mucha lengua y pocos dientes.
. . .
Más vale no me hagas daño,
no vaya a ser que se vuelva
la lanza contra tu pecho
y cause tan honda herida
que la sangre llegue al techo.
. . .
Si mala lengua te escupe,
más vale estés a cubierto
que como tu cuerpo moje,
solo lo secará el tiempo.
. . .
Porque no pienso callarme
me están haciendo la guerra,
pues guerra van a tener
hasta que la madre tierra
nos de la paz y la vez.
. . .
Aunque me veas solito,
no creas que solito estoy;
me acompaña un librito;
el mejor amigo por hoy.
. . .
Solo murmura el que envidia
y el pobre vive infeliz;
lo que en el fondo le pasa
es que admira al que es feliz
y  su desgracia es tu gracia.
. . .
Un poco me mosquea aquél
que con todos bien se lleva;
juega siempre a no perder,
está al sol que más calienta
y, aunque se esconda se ve.
. . .
Amigo que no te siente mal
lo que decirte yo quiero,
mas deja ya la caridad
de esos que dan sin piedad
limosnas al pordiosero.
. . .
Soy un hombre atormentado
por la justicia,
que forjó mi desencanto
y mi malicia.
Nunca ya creeré
en las leyes humanas,
ni en justo juez.
. . .
No, nunca jamás del hombre
creeré en la justa justicia
cuando penaliza al pobre.
. . .
Por más vueltas que le doy,
jamás encuentro justicia,
generalmente, a donde voy.
. . .
Encala, canta y encala,
la primorosa;
paredes acicala
mi blanca Rosa.
Con alegría
blanquea ella de arte
su Andalucía.
. . .
 Que llevo el contrabando
de Gibraltar
con los mulos sudando
a Benarrabá;
y las fatigas
que paso me las pagan
 con las batidas.
. . .
Sin tener ningún motivo
me dejas solo en el monte;
en el monte los olivos.
. . .
Soledad, mi compañera,
a todas horas te llevo
en el reloj de la espera.
. . .
Quién no tuvo soledades
alguna vez en la vida
no quiso oír las verdades.
. . .
Nunca llames a la muerte,
pues acude a desafíos
y gana el pulso al más fuerte.
. . .
 Tan pacífica la muerte
que al que llega no llora,
pero cuando el dolor pega
gritos cantan la dolora.
. . .
Dicen está la tercera;
coja el tren la Monarquía,
mas no en vagón de primera.
 . . .
Antes está la persona
sobre decreto o leyes,
así lo manden poltronas
o los mismísimos reyes.
. . .
Se acabó la tontería;
¿no es mejor que la mujer
la riquísima “quería”?
. . .
Por Dios no hable usted así
que si le oye mi padre
no me deja más salir.
. . .
“Pa” que quiere la pobreza,
ustedes dirán, el rico;
pues “pa” valer su riqueza.
. . .
No sabes si no has luchado
cuánto cuesta una batalla
por mucho que hayas ganado.
. . .
Yo sí tengo enemistades,
será porque no comulgo
con los que tienen dos reales
y se creen amos del mundo
siendo tan superficiales.
. . .
Cuando piensas darme celos
estás más que “equivocá”
que los celos solo existen
si se quiere de verdad;
y lo tuyo es solo un chiste.
. . .
A esa mujer no hago caso
y por la otra me desvivo,
entre las dos se comentan
está perdido y sin tino.
. . .
No porque supiera más
el viejo es sabiduría;
sino porque aparta al mal
y a aquella pronta osadía.
. . .
Tú de juerga llegabas
 alboreando el día
yo al trabajo marchaba:
distintas filosofías.
. . .
Ay, todos los días son trece,
según el triste amargado;
nada del mundo apetece,
pues la ilusión le ha dejado.
. . .
Acuérdate lo que hablas,
que las malas invenciones
quedan siempre eternas
en los vanos corazones.
. . .
Al cambiar tú las palabra
tratas solo de engañar
al que oye habladurías:
los otros te conocen ya.
. . .
 Si a torcer dieras tu brazo
por alguna villanía,
-bien pudiera darse el caso-,
juro que el mío cortaría.
. . .
Hay que ver como valemos
cuando nos visten de nuevo;
y lo poquito que somos
 cuando nos dejan en cueros.
. . .
Algunos se creen muy ricos
porque tienen unos reales;
es como si los enanos
se las dieran de gigantes.
. . .
Nunca trates de agradar
a nadie si no es su sino,
que la vida es un camino
con extraño caminante;
sigue tu paso adelante
hasta llegar al destino.
. . .
Cantidad de ideas geniales
se suelen aparecer
labrando casualidades.
. . .
Digo: la mejor herencia
es una buena cultura;
porque el dinero se gasta
más aquella siempre dura.
. . .
¿Vamos, por qué tú suspiras?,
si el amor te hace ronda
y si ya te mira y te mira,
¡ánimo!, y coge la onda
que rápido se las pira.
                                                             . . .                                                                 
Si en la vida peregrino
no es “pa” ganar indulgencias,
sino porque la vida vino
y puso en mí penitencia.
. . .
Nada le falta ni sobra
cuando llegó a fin de mes
al presupuesto de mi obra.
. . .
Tengo valor contra el miedo,
tengo osadía con terror,
tengo de un amor, pánico,
tengo la contradicción
. . .
Por mucho “parné” que gane
yo siempre tengo lo mismo;
porque ante mis manos arde
el dinero que administro.
. . .
Mi verso parece izar
banderas de moralina,
quizá los suela amargar
esas gotitas de quina.
. . .
. . . Y al que le pique se rasque,
que también me rasco yo,
ay, cuando algún mal piojo
anda buscándome el son.
. . .
. . . Vareaba deliciosa
mirando al hombre,
y se caían sin hojas
olivas verdes.
Cayó en la manta
el fruto, y los amores
 la sierra canta.
. . .
Si la copla no pegara,
mirala también por dentro
y rebusca en la poesía
la rima del sentimiento.


                                                                                                                        Luciano Torres