Soledad Gallego-Díaz |
Aquí parece ser que cuando un agujero se cierra otro se abre. No es raro el día que surjan nuevos socavones, y así no damos abasto a taponar el anterior, la mayoría de las veces, sin haber estudiado las causas que lo han producido; por tanto no es de extrañar que se vuelvan a producir cada vez con más insistencia.
Ahora el caso que nos ocupa es el de Bankia.
Es completamente
necesario que se nos expliquen los motivos de tanto desastre: económico,
judicial, ético. Esto es un río desbordado que no lleva más que broza e
inmundicia.
Va siendo hora que a
los intocables de siempre se les pase por la licuadora, se depuren
responsabilidades que, por fuerza, han de existir, y no quede ni un perverso
corrupto e inútil sin el correspondiente expediente sancionador.
A ver si vamos a llegar
en un momento de tanta confusión y escarnio a confundir estas simas con los
agujeros negros de Stephen Hawking, donde nunca se llega a ver la luz.
Soledad Gallego se ha
puesto la linterna como una espeleóloga y ha profundizado en las entrañas del
hombre para socavar cuanto de siniestra oscuridad anida en algunos seres
depravados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario