28 mayo, 2012

Agujeros negros

Soledad Gallego-Díaz

Aquí parece ser que cuando un agujero se cierra otro se abre. No es raro el día que surjan nuevos socavones, y así no damos abasto a taponar el anterior, la mayoría de las veces, sin haber estudiado las causas que lo han producido; por tanto no es de extrañar que se vuelvan a producir cada vez con más insistencia.
Ahora el caso que nos ocupa es el de Bankia.
Es completamente necesario que se nos expliquen los motivos de tanto desastre: económico, judicial, ético. Esto es un río desbordado que no lleva más que broza e inmundicia.
Va siendo hora que a los intocables de siempre se les pase por la licuadora, se depuren responsabilidades que, por fuerza, han de existir, y no quede ni un perverso corrupto e inútil sin el correspondiente expediente sancionador.
A ver si vamos a llegar en un momento de tanta confusión y escarnio a confundir estas simas con los agujeros negros de Stephen Hawking, donde nunca se llega a ver la luz.
Soledad Gallego se ha puesto la linterna como una espeleóloga y ha profundizado en las entrañas del hombre para socavar cuanto de siniestra oscuridad anida en algunos seres depravados. 


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