20 abril, 2013

Llorar y no echar lágrima


Desde la última vez que escribo sobre este país  mucho ha variado,  dependiendo de cada cual. Para unos siguen con la marcha del bien hacer: siguen con su poder adquisitivo, su casa o mansión, e incluso les han favorecido las nuevas ofertas de la crisis "low cost"; precios bajos o reducidos a los nuevos inversores: a  mayor oferta, precios de rebajas; y a los otros: el desahucio, el engaño bancario de las preferentes, la sanidad de pago -de prepago- y la amargura de contemplar que las diferencias van creciendo como en marzo han aumentando las aguas de los ríos. Y los ricos más ricos y los pobres más empobrecidos o en ruina, que lo mismo da.

Pero esto a costa de qué ha sido; solamente a una triste alucinación. La de querer aparentar y creer que el que tiene más es el mejor y el más listo...; por ahí fueron los tiros, enriquecerse, y olé el poderío. La clase media ya no pudo más, y hoy muchos ya pobres bastante tienen con subsistir e ir a un lugar que nunca soñaron: los comedores de "cáritas". Mientras tanto estamos acudiendo a un montón de pérdidas de derechos conseguidos tras tantos años de perseguirlos. Qué pronto se destruye lo que tanto tiempo y esfuerzo se tardó en construir. 

El retroceso está siendo brutal. Ya no sé bien si fue desde cuando cambiamos la peseta por el euro, o desde que nos volvimos más sumisos. Ya no sé...porque las dudas...ya no sé si son dudas o sospechas. Antes desde luego no era así; esta crisis si no fuéramos la mitad de acomodados hoy, esto ya hubiera saltado. Porque el movimiento del 15M es algo, pero no lo suficiente. Hay que dar un giro de timón: renovar la Constitución, LISTAS ABIERTAS de una vez, que es cuando la democracia será la que mande y no el partido, y allí se hallarán las mentes preclaras porque lo decidió el pueblo. Entonces surgirán los políticos lúcidos que nos sacarán de esta oscuridad birriosa, indecente e insensible y corrupta. 

La injusticia y desigualdad social se nota cada vez que damos un paso. Hasta cúando, vaya usted a saber. He sabido que a mi vecino al que he enseñado para que grabe videos -y además lo hacía muy bien, -que de buenas a primeras me dice un amigo mientras me corta el pelo, que está en la cárcel por no poder pagar unas multas; y al no verlo he sentido una repulsión y un asco sobrehumano ante parte de la sociedad que no se inmuta, que parece estar invernando en primavera, aletargada, egoísta. Quizá yo sea el primero que tiene parte de culpa de este desaguisado, pero la individualidad es mala consejera y con esto no trato de justificarme...o sí.

Adónde vamos o de qué especie somos. Qué nos impulsa siempre a no saber llegar a la solución.

Estamos metidos en el enfrentamiento mediático, en el tú más, y, que duro es decirlo; en un teórica que ya no convence ni a los niños en las escuelas públicas sin  pan y sin presupuesto. Dentro de poco les bastará la enseñanza; los maestros tendrán que dedicarse a predicar en el desierto o quizá vayan a ocultarse a dónde nadie les conozca al observar tanta desvergüenza y tanto absurdo. 

Si antes escribir era llorar, hoy puede ser que lloremos y no echemos ni una lágrima. A algunos ya no les queda, y a otros nos falta el valor suficiente.


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