Cuando va a llegar el verano
la luz se expande, se transfigura, y la sombra en pleno día tiende a desaparecer.
A esas horas tórridas en Andalucía, se hace la calma chicha. En algunos sitios
como en Benarrabá, la chicharrá canta sus mejores canciones; en Benalup-Casas
Viejas se observan las hojas de los árboles por si vienen o se inclinan de
poniente o de levante. Aquí suele haber sobre dos grados más de calor con el pueblo anterior. Las noches son agradables.
Dicen que como ahora
está el arroz sembrado y en cantidad, pronto nos visitarán los mosquitos. Yo por
si acaso, cierro puertas y ventanas y fumigo cuando salgo.
Mientras tomamos alguna
bebida refrescante en la calle El Tajo, divagamos cómo está situada la avenida:
Noreste, Noroeste.
Me pongo como Cristo
como los brazos en cruz, y señalo; si ahí está por donde sale el sol debe ser
el Este, si allí por donde se pone el Oeste y para donde miro el Norte y lo
contrario el Sur. Algún curioso mira extrañado la postura habiendo dejado ya
los Carnavales muy pasados y la Semana Santa. También alguna beata que se
santigua; bien porque tenemos una ermita al lado o por ver tamaño de sacrificio
en tiempos inesperados. Para más Inri se entrecruza una procesión.
Entonces llegamos a la deducción de que está
orientada al Noreste. Por eso nos corre un vientecillo delicioso. También
observamos la humedad de las plantas con su mirada de tallos y ramas hacia el Norte.
Mientras tanto cruza algún vehículo ruidoso, y hay comentarios
sobre lo más diverso; que si se cruza ahora un niño, que ¡ay que ver!…, ¡ay que
ver!
Al final considero que
todo sitio es bueno para vivir: si uno sobre todo se encuentra bien.
Y este es el caso. Caso
Noreste en lo mejorcito del Sur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario