Ante tanta crisis, tanta cara seria, ante...ante...ante...y tanta... y tanta...y tanta...llegan las ferias con sus atracciones.
Entonces surgen los niños no se sabe de dónde; y ponen una nota alegre y pintoresca en los caretos y en los autos de choque; la cama elástica, el dragón, los caballitos, el tobogán, las escopetas..., -cómo quieran llamarles- cuando aferrados a ellos, a esos artilugios de lo más diverso y divertido nos infunden esa nota infantil que todos llevamos dentro y nos convierten esta vida en un carrusel.
A la vez que ellos se encuentran felices nos hace felices a los demás, a mí por lo menos me contagiaron.
Se hacen muchos vídeos y muchas otras cosas que no son diversión; bailes, cantes, deportes casi de competición, pero no se les deja a su libre albedrío para que griten, quieran coger o pillar la escoba de la bruja que los irrita y enardece o se tiren las horas muertas para ponerse de pie en una burbuja..; muchas veces consiste en darles más trabajo, menos tiempo para jugar y que puedan disfrutar de esos escasos momentos y esos escasos años.
Por eso ahora me faltan palabras y estoy ensimismado: porque cuando un niño ríe no somos nada o casi nadie; y hasta los problemas más crueles tienden a desaparecer o se hacen mínimos.
Poesía estridente, demoledora; es lo que hoy se vive. Una poesía que
no rima, que no se acuerda de los pareados, que suelta expresiones como
¡Cabrones nos habéis robado!, y…dónde está mi casa, mi huerto y la
higuera… Dónde viviré en tamaña torrentera.
Qué fascinante la poesía, pero también la poesía es cruel y se hace
con monosílabos en pancartas que indican lo que estamos viviendo. La
poesía siempre ha marcado una fecha, un suceso y un lugar, y nos ha
hecho comprender que detrás de un poema se marca la bolsa y su caída,
la prima de riesgo y el rescate.
¡Ojalá!, me hubiera equivocado y no haber llevado razón cuando un buen día dije: ¡nos vamos a comer los codos!
¿De qué vale mi razón cuando se sufre?
Es poesía de la dura, la que da de comer y vivir, la que alienta el
fuego, la que clama, la contradictoria, a la que muy pocas personas
acuden a oír; porque es mejor escuchar las sirenas del mar, cuando ni si
quieran las han soñado y menos aún visto.
A mí vehemencia; la tuya me dio calma y me hizo pensar en un mundo mejor.
El cambio climático, el agotamiento de los hidrocarburos, la crisis económica,
el movimiento del 15-M y sus franquicias alrededor del mundo, todo está
relacionado y, según el economista, escritor y asesor político Jeremy Rifkin,
tienen una solución común: abandonar el modelo agotado de la Segunda
Revolución Industrial y abrazar la tercera, basada en las energías renovables e Internet.
No hay tiempo que perder ni otra solución posible, el futuro es ahora y
está en manos de las nuevas generaciones nacidas en la era de Internet.
Jeremy Rifkin, que publica La Tercera Revolución Industrial (ed. Paidós),
pide a los jóvenes que tomen las riendas de un movimiento que
modificará por completo el modelo energético, político y empresarial.
Una revolución basada en el poder lateral que, según Rifkin,
han sabido demostrar tan bien en las calles. Es tiempo de evolucionar y
trasladar lo aprendido a las empresas, a la política y a la sociedad
civil. "¿Dónde quieres estar de aquí a 20 años?" les interpela Rifkin.
Una pregunta mucho más trascendental de lo que parece.
¿Internet y energías renovables son el binomio de la economía del futuro?
Si, se trata de una nueva revolución industrial, la Tercera
Revolución Industrial, que creará millones de empleos en España y miles
de oportunidades para pequeñas y medianas empresas. Hará que la economía
vuelva a crecer y enderezará la seguridad energética y el cambio
climático en el mundo.
La Segunda Revolución Industrial está agotada, el petróleo se están
acabando, la tecnología es muy vieja, estamos inmersos en una crisis
económica que ha dejado a millones de personas en España y en el mundo
sin trabajo y la gente joven sale a la calle por todo el planeta para decir "basta".
La Tercera Revolución Industrial, basada en las energías verdes y
organizada y administrada desde Internet es la esperanza para las nuevas
generaciones.
¿Que pasos está dando Europa para adaptarse a esta nueva Revolución Industrial?
La UE respalda formalmente este paso hacia adelante y Alemania está
liderando este cambio. Hasta hace doce meses España se estaba moviendo
deprisa como la otra mayor potencia de esta Tercera Revolución
Industrial, pero ahora todo está estancado.
¿Y en que se basa exactamente esta Tercera Revolución Industrial?
Se basa en cinco pilares. El primero: La UE se ha comprometido a que
el 20% de su energía sea renovable a partir del 2020. El segundo pilar
se basa en la recolección de la energía verde. Las energías renovables
se encuentran en todas partes; en el sol, el viento, las olas, incluso
en la basura. Tenemos suficiente energía limpia como para proveer a la
raza humana hasta el final de la historia, pero, cómo la almacenamos? En
los edificios. El objetivo es conseguir que cada edificio en Europa y
España se convierta en una pequeña planta de energía verde que lo haga
autónomo para que no necesite ninguna energía extra. El pilar tres se
basa en lograr un almacenaje óptimo para aprovechar al máximo esta
energía. El cuarto pilar es Internet, que se convertirá en el sistema
nervioso de esta revolución. En la Tercera Revolución Industrial las
tecnologías de la comunicación convergen con las nuevas energías para
convertirse en el canal de transmisión de la energía verde. La energía
limpia almacenada en los edificios podrá ser redirigida y vendida por
todo el mundo a través de un software instalado en nuestras casas igual
al que ahora usamos para compartir y almacenar información en Internet.
Por último, el quinto pilar se basa en el transporte verde. Podremos
recargar nuestros coches eléctricos en cada esquina gracias a las
pequeñas plantas de energía instaladas en los edificios.
Estos cinco pilares deben de desarrollarse al unísono, si uno crece
más rápido que otro o se ponen en marcha de forma aislada se perderá la
inversión. En el momento en que se pone en marcha esta nueva
infraestructura se crean miles de trabajos. Es más, España podría crear
miles de trabajos mañana por la mañana si lo hiciera.
¿Entiendo que para usted la salida a la crisis española pasa por apostar por la Tercera Revolución Industrial?
Si, España vive una crisis inmobiliaria que ha dejado a millones de
personas que se dedicaban a la construcción sin trabajo. Apostar por los
cinco pilares de esta nueva revolución permitiría reconstruir
rápidamente el sector inmobiliario transformado los edificios en
microplantas de energía verde. Esto crearía de forma inmediata millones
de trabajos. En Alemania lo han probado y ha funcionado, si ellos lo han
hecho, porqué no España?
La UE se tomó muy en serio la Tercera Revolución Industrial.
¿Con la crisis económica este proceso se ha ralentizado? ¿Está en
riesgo?
El problema es el siguiente: si apostamos por la austeridad, como
pide el mercado financiero internacional para que países como España
demuestren que pueden pagar sus deudas, una vez que hemos hecho recortes
se quejan de que no hay crecimiento. Lo que he tratado de explicar a la
canciller Merkel y a Zapatero es que pese a que la austeridad es
necesaria, tiene que ser responsable, tiene que asegurar que el modelo
de Estado de Bienestar europeo no se resentirá.
¿Y que le contestó Zapatero?
Fuí su consejero hasta el año pasado, estuvo de acuerdo conmigo. Le
advertí que sin un plan de crecimiento España se hundiría más y más en
el agujero. La austeridad no puede relegar a un lado la Tercera
Revolución Industrial o España y Europa serán cada vez más débiles.
No parece que en estos momentos esta sea la prioridad.
Debería serlo, de otro modo no habrá esperanza para la gente joven.
Las nuevas generaciones han salido a la calle en un movimiento histórico
que empezó en Madrid con el 15-M
y que se ha ido extendiendo por todo el mundo. Pues yo les digo, la
Tercera Revolución Industrial es vuestra revolución, una revolución del
siglo XXI basada en el poder lateral y la democratización de la energía y
de la información. Creo que este movimiento tiene el mismo potencial
que el de 1848 y el de 1968,
aunque hay un gran 'pero': saber si la gente joven puede ser más
sofisticada e ir más allá. Las nuevas generaciones deben de empezar a
tomar el mando, las generación mayores no lo van a hacer por ellos.
Deben movilizarse no sólo en la calle, sino en las urnas, en las
empresas y la industria, en la sociedad civil. Es su turno.
Sus teorías no deben gustar mucho a las compañías
energéticas. ¿Hay presiones desde este sector para que este cambio no se
produzca?
El problema es que son un lobby muy poderoso, gastan miles de
millones de dólares en comprar candidatos, cargos políticos,
elecciones... Pero lee mis labios: No les necesitamos. Ahora la gente
podrá tener su propia energía sin ellos, además, tenemos a industrias
más poderosas de nuestro lado; como la de la construcción, la
inmobiliaria, la automovilística... No me preocupa la industria
energética, pronto serán dinosaurios.
Usted da la impresión de ser un optimista. ¿Lo es realmente o es que está obligado a serlo?
Nunca he sido optimista, pero tampoco soy pesimista, nada de esto es
útil. Estoy esperanzado pero no soy naif, estoy convencido de que
Internet y las energía distributivas crearán una poderosa economía que
será sostenible y limpia, que creará millones y millones de trabajos y
detendrá el cambio climático. Se que es una gran desafío, que será muy
difícil, pero no veo un plan B. La otra opción es no hacer nada, pero
entonces el mundo se desmoronará, de hecho, ya se está desmoronando. Así
que la pregunta que cada humano de este planeta debe hacerse es:
"¿Dónde quiero estar de aquí a 20 años?".
LEVANTE-EMV VALENCIAUn tema del cantautor Diego Escusol está arrasando desde ayer por la tarde en las redes. Se titula «Que se joda Andrea Fabra» y critica con especial escarnio la actitud de los diputados
el pasado miércoles en el Congreso cuando aplaudieron al presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, después de que éste anunciara duras medidas
económicas que afectarán negativamente, en especial, a los parados y los
funcionarios.
Hace pocos días, la Organización Europea para la Investigación Nuclear
(CERN) daba a conocer el hallazgo de una partícula que tiene más de un
99 por ciento de probabilidades de ser el mítico Bosón de Higgs o `partícula de Dios´, un descubrimiento revolucionario en la física que permitirá explicar el origen de la masa.
Lo
que nunca se esperó Peter Higgs (Newcastle, Reino Unido, 1929), el
físico que predijo la existencia del famoso bosón en los años 60, era
que el descubrimiento de la partícula se produjera estando él con vida. "Estoy sorprendido de que haya llegado tan rápido", afirmó el científico en la presentación de los datos del CERN.
Aunque Higgs siempre fue un alumno sobresaliente, el interés por la física le llegó tarde, y lo hizo de la mano de Paul Dirac, uno de los físicos teóricos más influyentes del siglo XX y padre de la mecánica cuántica
moderna. Higgs obtuvo su doctorado en 1954 el King's College de Londres
con su tesis titulada `Algunos problemas en la teoría de las
vibraciones moleculares´. Después ingresó con un contrato postdoctoral
en la Universidad de Edimburgo, institución donde desarrollaría toda su
carrera profesional y en la que actualmente es profesor emérito.
La teoría que explica la masa de toda la materia a partir del conocido como `campo de Higgs´
se le ocurrió al físico durante un paseo por los montes Cairngorms, en
Escocia. Sus productivos pensamientos se plasmaron en dos artículos
científicos, el primero publicado en Physics Letters y el segundo, tras ser rechazado en la misma revista, apareció en Physical Review Letters. En este último se describía el modelo teórico del `mecanismo de Higgs´, que ha pasado a la historia de la física.
Después
de los últimos hallazgos del CERN, el científico británico, quién
formuló su teoría a partir de unas cuantas ecuaciones matemáticas
escritas en un papel, está considerado como firme candidato al próximo Premio Nobel de Física.
Christian Felber, cofundador de Attac y padre de la economía del bien común
Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
"Nadie debe cobrar más de 20 veces el salario mínimo"
10/07/2012 -
00:00
Foto: Kim Manresa
Calidad de vida
Calidad de vida Felber sentó las bases de La economía del bien común
(Ed. Deusto) y se fueron sumando economistas y empresarios para
profundizar en este nuevo modelo que pretende poner la economía al
servicio del ciudadano y no del beneficio, con propuestas claras.
Corregir, por ejemplo, las abismales desigualdades salariales: "En
Alemania los altos ejecutivos ganan 5.000 veces más que el salario
mínimo legal. Creo que es inconstitucional y debemos conseguir que lo
prohíban por ley". El egoísmo y la irresponsabilidad de la economía
deben dar paso a la cooperación. Felber invita a personas, empresas y
comunidades a sumarse a esta reconstrucción de la economía
(www.economia-del-bien-comun.org).
Debemos resolver la contradicción
ética entre los valores de los mercados capitalistas (afán de lucro y
competencia) y los principios constitucionales que recoge, entre otras,
la Constitución de Baviera.
"Toda actividad económica sirve al bien común".
La
economía del bien común es un sistema económico alternativo completo.
Hoy se han adscrito al movimiento y aplican el modelo 717 empresas en 15
países, tres bancos europeos, 129 organizaciones y 50 políticos.
¿Y en qué consiste su modelo?
Está
basado, como la economía de mercado, en empresas privadas. La
diferencia estriba en que las empresas no compiten entre ellas, sino que
cooperan para conseguir el mayor bien común a la sociedad en su
conjunto.
¿Y cómo se consigue eso?
Cambiando
las reglas del juego político. El éxito económico no se mide por
indicadores monetarios como el beneficio financiero o el PIB, sino por
el balance del bien común. Hoy una empresa puede ser exitosa agravando
los problemas sociales y ecológicos.
Destrozando el medio ambiente.
Sí,
y pisoteando los derechos humanos, empleando mano de obra infantil,
desviando sus beneficios a paraísos fiscales o presionando mediante
lobbies para promover leyes que vayan en su propio beneficio.
Algo debe cambiar.
El
80% de los alemanes y el 90% de los austriacos esperan un nuevo orden
económico. Según las encuestas, si se pregunta a la gente cuáles son los
indicadores de calidad de vida más relevantes, las respuestas son
prácticamente idénticas en todo el mundo.
¿Qué queremos?
Se
resume en 15 identificadores (sanidad, calidad del tiempo, confianza,
cooperación, aprecio, democracia, solidaridad...) que hoy podemos medir
para saber cuál es la aportación de las empresas a ese bien común
deseado. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la
actividad de la empresa, mejores serán los resultados del balance del
bien común alcanzados.
¿Y tendrán premio?
Sí,
disfrutarán de ventajas legales: aranceles ventajosos, créditos
baratos, tasas de impuestos reducidas, privilegios en compra pública y
en concursos públicos...
Hoy los productos éticos y ecológicos son considerablemente más caros.
Cierto,
pero con esos incentivos se abaratarán, mientras que los no éticos
subirán de precio. El consumidor podrá identificar mediante un código de
barras el balance del bien común a través de internet y del móvil, y el
producto tendrá un distintivo de color, un semáforo, que informará del
aporte de este producto al bien común.
¿Cree que algún parlamento aprobará sus propuestas?
Las
estudia la UE, pero paralelamente estamos creando convenciones
económicas democráticas que están redactando las reglas del juego, y el
pueblo soberano las podrá convertir en vinculantes y legales.
¿Hay algún ejemplo?
Muro
d'Alcoi, en Alicante, se ha declarado oficialmente municipio del bien
común. Y hay municipios en Austria, Italia y Alemania que lo están
fomentando porque hay empresas, científicos y organizaciones que se han
pronunciado a favor de esta iniciativa. Viena se esta planteando dar
prioridad en la compra pública a empresas que hagan el balance del bien
común.
¿Qué otras medidas propone?
Que los
excedentes financieros no se utilicen para bonificar a personas que no
trabajan en la empresa, prohibir la adquisición hostil de otras
empresas, la inversión en mercados financieros y la aportación a
partidos políticos. En contrapartida, el impuesto sobre el beneficio
empresarial se elimina.
¿Dónde revertirían esos excedentes?
En
inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos,
depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma
restringida y créditos sin intereses a empresas cooperadoras.
¿Qué más?
Cuanto
más tengas, más difícil será adquirir más. Ha de haber un límite por
arriba y por abajo a la desigualdad en los ingresos, la propiedad
privada y el tamaño de las empresas.
¿Qué propone para las diferencias de ingresos y patrimonios?
Limitarlas,
ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo y
propiedades que no excedan los diez millones de euros. Y el derecho de
cesión y herencia de 500.000 euros por persona.
¿Y el empleo?
Las
empresas serán más exitosas cuanto más contribuyan a reducir el paro,
proponemos diversas medidas como un año sabático cada diez que reduciría
un 10% el paro. Y un banco democrático con depósitos de ahorro
garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido
y de riesgo con plusvalía social y ecológica.
¿Qué hacemos con los impuestos?
En
Austria el 90% de la población no tiene ni la tercera parte de toda la
propiedad privada, no vamos a poner ningún impuesto sobre ellos.
¿Que paguen los súper ricos?
La
propiedad privada es cinco veces la deuda pública en toda la zona euro;
si le aplicamos el 1% de impuestos, en diez años se reduciría a la
mitad y a las grandes fortunas sólo les implicaría el 10% de su fortuna.
Cuando va a llegar el verano
la luz se expande, se transfigura, y la sombra en pleno día tiende a desaparecer.
A esas horas tórridas en Andalucía, se hace la calma chicha. En algunos sitios
como en Benarrabá, la chicharrá canta sus mejores canciones; en Benalup-Casas
Viejas se observan las hojas de los árboles por si vienen o se inclinan de
poniente o de levante. Aquí suele haber sobre dos grados más de calor con el pueblo anterior. Las noches son agradables.
Dicen que como ahora
está el arroz sembrado y en cantidad, pronto nos visitarán los mosquitos. Yo por
si acaso, cierro puertas y ventanas y fumigo cuando salgo.
Mientras tomamos alguna
bebida refrescante en la calle El Tajo, divagamos cómo está situada la avenida:
Noreste, Noroeste.
Me pongo como Cristo
como los brazos en cruz, y señalo; si ahí está por donde sale el sol debe ser
el Este, si allí por donde se pone el Oeste y para donde miro el Norte y lo
contrario el Sur. Algún curioso mira extrañado la postura habiendo dejado ya
los Carnavales muy pasados y la Semana Santa. También alguna beata que se
santigua; bien porque tenemos una ermita al lado o por ver tamaño de sacrificio
en tiempos inesperados. Para más Inri se entrecruza una procesión.
Entonces llegamos a la deducción de que está
orientada al Noreste. Por eso nos corre un vientecillo delicioso. También
observamos la humedad de las plantas con su mirada de tallos y ramas hacia el Norte.
Mientras tanto cruza algún vehículo ruidoso, y hay comentarios
sobre lo más diverso; que si se cruza ahora un niño, que ¡ay que ver!…, ¡ay que
ver!
Al final considero que
todo sitio es bueno para vivir: si uno sobre todo se encuentra bien.
Y este es el caso. Caso
Noreste en lo mejorcito del Sur.
Los veranos empiezan desde
por la mañana muy temprano en esta tierra de Benalup-Casa Viejas. Y los fines
de semana, mucho antes, porque se enlazan unas noches con otras y la alboreá se
presenta perseguida por unas fiestas que no decaen.
Aquí se come muy bien y
para todos. Ayer fue un arroz caldoso mixto realizado por el gran maestro: Pepe
Luis. Sabe este hombre de flamenco casi todo, habla esforzándose porque su
orificio en la garganta le impide sacar su verdadera voz, pero saca a relucir
su arte culinario y su alegría por la convivencia. Siempre es el primero en
apuntarse al divertimento, y ya desde las 11 AM está preparando el perol. No se
aparta ni un segundo del fuego, sigue estrechamente unido a una paleta que
remueve los ingredientes de cuando en cuando; nos da a probar ya la exquisita
comida y de momento nos entra un voraz apetito.
Llegan los platos,
reparte la proporción; observo que me suele dar el primero, quizá porque
empiezo a encabezar la lista de los mayores o bien, porque tiene la deferencia
a una persona que lleva comiendo de sus ricos manjares apenas tres meses y, aún me considera nuevo.
La tarde continua con
cantes, con poemas, y aunque el tiempo no desaparece, se hace noche.
La “niña baila”, le
digo yo a los dueños del bar. Es Ángela, una niña que se nos ha plantado en el
centro del cotarro, con una mirada en el techo y unas manos como queriendo
atrapar al aire para bailar una soleá; después vinieron tangos, tientos y
bulerías.
El Chano se arrancó por
fandangos del Toronjo; Francisco Aguilar canta por el palo que se le pida, Luis
de Martina es la voz de la conciencia y hasta incluso Gaspar, el padre de la niña, operado
por tres veces de una hernia discal, mostró conocer muy bien los cantes de El
Barrio, con su buen humor y arte, pese a su gran dolencia.
Y para qué engañarnos:
en semejante situación me resulta aborrecible abrir un libro y hay días que no
visito ni la imprescindible y popular Internet.
No tengo remedio: me
gusta una juerga más que todas las Evas del Paraíso; bueno, un poco menos, y la cerveza con espuma, y vivo el
momento hasta caer derrotado por “la gota que colmó el vaso”.
En medio de todo esto
me limito a dar las palmas sordas y a decir ¡ole, ole…y ole!
La Roja acaba de darnos
una alegría más: vence a Italia en la final de la Eurocopa 2012 por 4-0.
Conviene saber aparcar
las desgracias y temas desagradables de vez en cuando para meternos de llenos
en situaciones en la vida que nos producen un
sentimiento de hermandad, de amistad momentánea, de hablar con el más
desconocido de los seres como si le conocieras de toda la vida, solamente
comentando las jugadas inverosímiles que hace la selección española. Si por
alguna razón que no llego muy bien a comprender no se entiende esta satisfacción
de ver por un rato a la gente feliz, de comprobar que han dejado en un planto
lejano la prima de riesgo y sus consecuencias malsanas, uno que es en el fondo
un poco, bastante niño, siente los deseos de saltar, de abrazar al anónimo
acompañante, de vocear con él y de exclamar con toda la fuerza, ¡Gracias
España!, por hacernos la vida un poco más alegre y hacernos vivir como hombres
en su más tierna infancia lo importante que puede llegar a ser el ver rodar una
pelota de un lado al otro del campo y que aquella se introduzca donde nosotros
queremos.
El dibujo nos salió a la
perfección, y en mi caso, encima gane la porra, con un increíble 4-0; fui el
último que se apuntó en esa lista repleta de ilusiones.
Y como no quiero ser el
más rico del cementerio nos bebimos y comimos lo caído en suerte hasta que
llegara el final de su cuantía, más diré que un servidor se tuvo que retirar
antes de su final, casi en plena marcha, pues me encontraba ya bastante
rezumado en cerveza del día anterior.
Por hoy y de momento ya
nadie me podrá quitar compartir con mis amigos y vecinos y gente de otro lugar
a esta Roja que hace uno de los mejores fútbol que se han practicado desde
siempre.
De ahí sus éxitos y de
ahí nuestro orgullo como españoles.
¡Va por ustedes! Goooool, gooooooooooool, gooooooooooooool, gooooooooooooooooool.